Avellana chilena vs europea: ¿son lo mismo?

Uno de los frutos secos con mayor diversidad de usos es la avellana, por lo que se ha convertido en un producto muy consumido, especialmente en el continente europeo y americano. Pero conociendo las variedades, surge la contienda, avellana chilena vs europea: ¿son lo mismo?

La avellana es un fruto seco con múltiples usos, pues de ella sirve casi todo, desde el fruto como tal, hasta la cáscara, las hojas y la corteza. En vista de ello, se ha convertido en un producto bastante codiciado.

Sin embargo, la avellana necesita que ciertas condiciones se cumplan para generar una cosecha productiva, los terrenos deben tener humedad, profundidad, permeabilidad y también exposición al sol; por lo que son escasos los lugares donde se pueden cultivar, siendo los más privilegiados el noreste de Estados Unidos, el sur europeo y Chile en suramérica, siendo estas dos últimas, las variedades más solicitadas.

En vista de que ambas variedades de la avellana, chilena y europea, se están cultivando en los dos continentes, se ha generado una contienda entre la avellana chilena vs la europea, o ¿es que acaso son lo mismo?

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Avellana Chilena

La avellana chilena o Gevuina avellana, debe su denominación a que es un fruto que solo crece en la zona sur de Chile, siendo entonces una variedad muy diferente a la Corylus avellana, mejor conocida como avellana europea y que también ha tenido gran auge en los últimos tiempos. No obstante, es la variedad chilena la que ha ganado más popularidad, tanto en los hogares como en los distintos sectores industriales, no solo en su país de cultivo, sino en el propio continente europeo.

Esto se debe a que es un fruto con muchas propiedades, que la hacen capaz de aportar un sinfín de beneficios, a nivel nutricional y farmacológico, pues no se requieren fertilizantes o pesticidas en los procesos de cultivos regulares, por lo tanto, el resultado es un fruto orgánico y muy saludable.

Propiedades de la avellana chilena

Uno de los aspectos que ha hecho que la avellana de Chile sea tan bien valorada, es su contenido nutricional, el cual puede aportar las siguientes propiedades:

Antioxidantes. Las sustancias antioxidantes presentes en el fruto, retrasan el envejecimiento de las células, por lo que permiten combatir los radicales libres que atacan al organismo como consecuencia del estrés o la contaminación ambiental.
Vitaminas. Es una abundante fuente de vitaminas, como las del complejo B y E.
Minerales. Contiene un importante porcentaje de calcio, que permite a su vez poder absorber el hierro de mejor manera.
Fibra. Es un fruto seco muy fibroso, provocando un efecto de saciedad al ser consumido.
Energético. Tiene un elevado valor energético, pues en tan solo 100 gramos hay aproximadamente 600 calorías.

Éstas son sólo algunas de las propiedades nutricionales de las avellanas, motivo por el que son tan utilizadas en los planes alimenticios equilibrados y saludables.

Beneficios de la avellana chilena

Debido a todas las increíbles propiedades de las que goza esta variedad suramericana de las avellanas, se desprenden una serie de beneficios para la salud de sus consumidores. Entre ellos, se pueden mencionar los siguientes:

Regula los niveles del colesterol, ya que posee ácido monoinsaturado.
Colabora en la salud cardiovascular, gracias a la arginina y la vitamina E.
Nivela la presión arterial por su bajo contenido en sodio.
Cuida la piel, el cabello y las uñas, pues la vitamina E interfiere en la nutrición, fortalecimiento e hidratación de los mismos. Asimismo, actúa como un tipo de protector solar natural, al poder absorber los rayos UV y tener propiedades cicatrizantes.
Favorece el desarrollo del embarazo, debido a que contiene complejo B y ácido fólico.
Es bueno para el sistema digestivo, gracias a su aporte de fibra, lo cual ayuda en los problemas de estreñimiento y a combatir los parásitos.
Ideal para la dieta de los diabéticos, pues contiene muy poca azúcar.

Finalmente, al poseer sustancias antioxidantes, el consumo de avellanas resulta muy bueno para impedir la aparición del cáncer de mama, próstata y colon, por ejemplo.