Atrás quedan los tiempos en los que llevar a cabo el trámite burocrático que consiste en presentar la declaración de la Renta era un proceso tedioso, engorroso y muy complicado. Todo cambió a raíz del desarrollo del programa conocido como PADRE, así como de otras herramientas de la talla de Renta Web Open para realizar simulaciones.
Si bien es cierto que en pleno 2024 es bastante más sencillo que antes, hay que decir que son numerosos los autónomos y las PYMEs que siguen cometiendo errores. Algunos son involuntarios, pero otros fallos tienen lugar siendo conscientes de ellos. En ambos casos, Hacienda tiene la potestad de aplicar duras sanciones o recargos.
Conviene destacar que algunas multas pueden alcanzar una estratosférica cuantía. Pero, ¿cuáles son los errores que acostumbran a cometer dichos profesionales? En este artículo averiguaremos los cinco más comunes. Además, daremos algunos consejos para que puedas evitar cometerlos y no tengas que afrontar el pago de algún tipo de sanción impuesta por el fisco.
No presentar modelos obligatorios
Hay modelos tributarios que son conocidos por la práctica totalidad de autónomos y PYMEs, siendo un claro ejemplo el modelo 100 destinado a pagar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Pero, ¿sabías que muchos profesionales desconocen qué es el modelo 115? Básicamente, se trata de un documento fiscal que sirve para pagar trimestralmente los impuestos derivados del alquiler de inmuebles de carácter urbano.
Este modelo tributario es un claro ejemplo de documento fiscal obligatorio, aunque no en todos los casos hay que rellenarlo. En concreto, solo deben hacer frente al pago del gravamen los arrendatarios.
¿Qué pasa si no se regulariza la situación tributaria rellenando este modelo? La declaración de la Renta acaba resultando en un error, por lo que Hacienda se vería legitimada a aplicar un recargo o incluso una sanción, dependiendo de cuánto tiempo transcurra hasta que el obligado tributario ponga en orden su situación.
Algo similar sucede con el modelo 347. Es probable que te estés preguntando: ¿Qué es el modelo 347?La respuesta no es complicada, puesto que estamos ante un documento fiscal que se utiliza para declarar informativamente cuáles han sido las transacciones llevadas a cabo con terceras personas, en el supuesto caso de que hayan tenido lugar.
Si este último caso que acabamos de describir es el tuyo, has de saber que estás obligado a rellenar el modelo 347. De no ser así, incurrirás en una falta que se traducirá en un problema al hacer la declaración de la Renta.
No presentar los modelos tributarios que son obligatorios es uno de los errores más comunes, pero la lista no termina aquí.
Desconocer los plazos en los que hay que presentar los modelos tributarios
Continuamos con el listado describiendo ahora otro problema que, desafortunadamente, es bastante habitual entre los autónomos y las PYMEs. Nos referimos a no conocer los plazos habilitados para la presentación de los modelos.
Hay algunos de ellos que deben presentarse entre el día 1 y el 20 del mes próximo a la conclusión del trimestre, pero al llegar al cuarto trimestre, la fecha se amplía hasta el día 30 de enero. Este tipo de detalles son los que derivan en errores perfectamente evitables consultando la información con la que se reducen las probabilidades de tener que hacer frente a posteriori a un recargo.
Fallos al introducir los gastos deducibles
Para Hacienda no hay nada peor que poner más gastos deducibles de los que corresponden, lo cual sanciona duramente como correctivo y a modo de método disuasorio.
Evitarlo está en tus manos: cerciórate de que todos los introducidos en la declaración de la Renta son correctos. En este sentido, hay herramientas informáticas que son de gran ayuda, como por ejemplo la aplicación para Control Horario con la que sabrás exactamente cuántas horas han trabajado tus empleados.
Fallos al hacer los cálculos
Algunas casillas de los modelos tributarios se rellenan automáticamente en base a los datos introducidos. Sin embargo, otros cálculos deben realizarse de forma manual. Es fundamental focalizar toda tu atención en este proceso matemático, puesto que un resultado positivo o negativo puede suponer una enorme diferencia: el primero acarrea una devolución, mientras que el segundo se traduce en un ingreso a cuenta.
No comprobar todos los documentos antes de proceder a su envío
El cuarto error suele producirse sobre todo por falta de tiempo. Básicamente consiste en no llevar a cabo una comprobación de toda la documentación que se le entrega al fisco.
Aunque estos son los errores más comunes, es reseñable que existen muchos otros fallos que también pueden producirse a la hora de hacer la declaración de la Renta. Es por dicho motivo que se recomienda depositar la confianza en una gestoría que se encargue de dicho trámite. De esta manera evitarás problemas que pueden llegar a suponer un duro revés económico.
