Al momento de levantar un negocio de hostelería es importante contar con maquinaria de calidad que permita optimizar las labores, entre lo que se incluye, la freidora industrial. Esta máquina permite freír muchos alimentos al mismo tiempo, aumentando el ritmo de los pedidos y generando más ingresos, además, le otorga a los alimentos un mejor sabor.
Todo empresario que busque incursionar en el mundo de la hostelería debe adquirir la maquinaria necesaria para que todo funcione de manera ágil, y a la vez, lo más cómodo posible. Ciertos electrodomésticos tienen versiones industriales que permiten preparar una cantidad de comida mayor en menor tiempo, lo cual es indispensable para este tipo de negocios.
Y es que la revolución tecnológica también ha hecho evolucionar al sector de la hostelería, pues se han creado nuevas máquinas cada vez más potentes. Los hornos industriales, los asadores de pollo o las picadoras de carne incluyen más y más funciones, lo cual las vuelven indispensables en todo local de este sector.
Entre las diversas maquinarias para hostelería que existen, las freidoras industriales resaltan por ser versátiles y muy funcionales. Como su nombre indica, es una máquina que permite freír muchos alimentos al mismo tiempo, pues tiene la capacidad de calentar grandes cantidades de aceite. Dependiendo del modelo, pueden almacenar entre 5 a 20 litros.
Una buena freidora industrial es indispensable en negocios de hostelería que ofrecen una variedad de platos, con ella se puede cocinar pollo, patatas, pescado, churros, entre otros. Es una máquina que permite preparar una gran cantidad de alimentos distintos, lo que permite diversificar el menú del local.
Aparte de ser una máquina potente y capaz de cocinar en grandes cantidades, destaca por brindar una fritura mucho más eficiente. Los alimentos fritos se sienten más crujientes, menos aceitosos y con una mejor consistencia, lo cual se traduce en platos más deliciosos.
Versátil y muy funcional
Freír alimentos es algo tan antiguo como la cocina misma, es un método de cocción que ya se usaba en Mesopotamia y en el Antiguo Egipcio. En la década de 1950 se empezó a contar con una máquina especial para esta función, y desde entonces, este aparato ha evolucionado en gran medida, por lo que hoy en día se pueden encontrar muchas variantes, cada una pensada para suplir necesidades distintas, ya sea para el hogar o para una empresa.
La freidora industrial forma parte esencial de toda maquinaria de hosteleria, un sector en el que es fundamental contar con equipos con los que se pueda preparar comida en grandes cantidades, a una velocidad excepcional y sin sacrificar el sabor. La freidora industrial cumple con creces todos estos objetivos.
Dependiendo del modelo, este aparato tiene la capacidad de albergar hasta 20 litros de aceite. Esto permite freír varios alimentos al mismo tiempo, así como una cantidad de patatas suficiente para un número grande de clientes.
Algunos modelos incluyen doble espacio para el aceite, pudiendo almacenar hasta 40 litros al mismo tiempo. Esto es ideal para cocinar los platos rápidamente, de manera que se pueda atender a todos los clientes en espera, en solo un par de minutos, y después seguir con la producción. Su eficiencia facilita enormemente la tarea de los hosteleros, permitiéndoles desarrollar su negocio sin inconvenientes.
Otra razón por la que poseer una freidora industrial es importante en la hostelería, es por el sabor que le aporta a los alimentos fritos. Los métodos de cocción utilizados por estas máquinas evitan que el aceite se acumule dentro de los alimentos. Esto permite que los platos no se sientan tan aceitosos, lo cual deriva en una mejor consistencia y un mejor sabor.
Todo esto se logra mediante una cocción homogénea, que resulta en una fritura uniforme. En este sentido, los alimentos se cocinan de manera correcta por dentro, mientras que por fuera se mejora el aspecto crujiente de cada uno.
Vale la pena destacar que existen muchos modelos y se debe elegir uno cuidadosamente dependiendo de cada tipo de negocio. Por ejemplo, si se tiene un local donde no se venden muchos alimentos fritos, no es necesario contar con una freidora de 20 litros. Al tener una baja producción se puede adquirir una máquina de 5, 6 o 7 litros.