El cuidado de la salud es importante para todos los seres vivos del planeta. Es por ello que, normalmente, evitamos estar en contacto con materiales contaminantes o radiactivos que puedan ocasionar estragos en nuestro organismo. Sin embargo, no siempre logramos hacerlo de la manera correcta y esto se debe en gran medida al desconocimiento de muchos de estos agentes.
Tal es el caso del gas radón, el cual es un componente muy nocivo para la salud y que puedes encontrarlo en tu propia casa, sin siquiera darte cuenta.
¿Qué es el gas radón?
Es un gas sin color, sin olor e insípido que se encuentra presente en casi todos los suelos y rocas, siendo un potencial riesgo para tu salud. Tiene origen en el subsuelo, puesto que el uranio que se encuentra en el terreno se desintegra, produciendo radio, que se adhiere y permanece en el suelo. Cuando este se descompone, sale a la superficie en forma de gas, dando paso al gas radón. Este gas es un elemento químico radiactivo que cuenta con la capacidad de adherencia al polvo que se encuentra en el aire, por lo que se le hace sencillo entrar en tu cuerpo y acumularse en los pulmones sin que te des por enterado de ello.
Existen alertas sobre el peligro que representa el radón para nuestra salud, ya que una exposición prolongada a este tipo de radiación provoca mutaciones en el ADN, lo que eleva el riesgo de presentar cáncer, específicamente de pulmón. El 7 de noviembre se celebra el Día Europeo del Radón, que si bien es poco conocido, tiene mucho impacto de concientización para las personas que no conocen.
Efectos en la salud
Aun cuando las cifras sobre el límite de exposición recomendada de radón son discutibles, la Agencia Norteamericana de Protección Ambiental estipula que por litro de aire el máximo sería de 4 picocurios. Asimismo, se estima que una exposición permanente a una cantidad como esa es comparable a fumar medio paquete de cigarrillos al día o ser sometido a 200 radiografías anuales.
Es un riesgo latente que vive con nosotros en cualquier lugar, ya que es desprendido desde el suelo y, algunos materiales, como el granito, la pizarra o cualquier tipo de yeso fosfatado permiten que se emita en mayor grado.
Medición de porcentaje de radón
Esta se ha convertido en una de las preocupaciones más notables a nivel mundial, puesto que el gas puede penetrar en las casas por medio de pequeñas grietas, tuberías, conductos o directamente desde el suelo poroso. Una forma de conocer la cantidad exacta de radón que se encuentra en un sitio en particular es realizar una medición. Por norma general, esta medición se realiza en los sótanos, debido a que son el área más cercana al suelo y a que contiene buena parte de las conexiones principales de cualquier recinto.
Dejar que el aire fluya
El radón se concentra en lugares cerrados y, debemos indicar que solo es nocivo en estos lugares sin ventilación adecuada. Es por ello, que recomendamos que dejes que el aire circule por tu vivienda por lo menos 10 minutos cada día, para evitar el peligro de altos índices de radón.