Mallorca es uno de los destinos turísticos más demandados de nuestro país. Se trata de un enclave famoso no solo para los habitantes de España, sino para los turistas de todo el mundo. Ello convierte la ciudad y sus playas en lugares llenos de vida, pero también eclipsa otros rincones de Mallorca plagados de encanto.
La isla mediterránea posee algunos lugares idóneos para los amantes de la montaña, el senderismo, la cultura o la historia. Por ello, si estás buscando destino para algunas semanas, una opción es reservar tus vacaciones en Mallorca con Centraldevacaciones. Como te explicaremos en este post, Mallorca es mucho más que mar y arena, aunque muchos lo desconozcan.
Razones para visitar Mallorca
Precisamente una de las ventajas de reservar hospedaje en la isla balear está relacionada con las innumerables actividades que oferta. Esta opción es ideal tanto para las familias que quieren disfrutar de sus vacaciones desde diferentes perspectivas como para las parejas o amigos que se dividen entre su amor a la playa, la cultura y la montaña.
Arena y playa: el lado más conocido
Si hay algo que determina la fama de las islas baleares, esto es su costa. Mallorca es la isla más grande de la comunidad balear. Por esta razón, es la isla que alberga una mayor cantidad de turistas y negocios. De hecho, las calas y playas de aguas cristalinas son las responsables de atraer a turistas de todo el mundo. Entre ellas son especialmente conocidas la cala de Oro, la Cala Mondragó, la cala Figuera o la playa de Es trenc. Estos enclaves se encuentran distribuidos a lo largo de la isla, pero muy próximos en un viaje por carretera.
Dada la gran cantidad de visitantes que reciben, alrededor de las calas y playas se articulan bares y restaurantes en los que se puede degustar pescado de la zona y platos típicos de Mallorca.
Montaña y cuevas: la naturaleza de las islas
Aunque hayan quedado relegados a un segundo puesto por sus playas, la isla de Mallorca cuenta con puntos naturales que han recibido la etiqueta de Parque Nacional. Algunos de ellos se encuentran en mitad de la montaña, mientras que otros se ubican a una altitud media ideal para las visitas en familia.
Es probable que el parque natural más conocido sea el de S`Albufera. Con una extensión de más de 2.000 hectáreas, la Albufera de Mallorca se ubica entre las localidades de Muro y Sa Pobla. Se trata de una zona húmeda que, dependiendo de los niveles del mar, ha variado a lo largo de su historia. En la actualidad su conservación es de vital importancia para la fauna y flora de la zona, con especial importancia para las aves.
La sierra de Tramontana, a 15 km de Palma de Mallorca, es el lugar preferido para los amantes del senderismo. Declarado Patrimonio de la Humanidad, cuenta con numerosas rutas de senderismo, excursiones y deportes que se realizan en sus inmediaciones. Además, cabe la posibilidad de contratar guías locales para las excursiones.
Por si las visitas de senderismo fueran pocas, Mallorca alberga una gran cantidad de cuevas que lo convierten en punto de interés para biólogos y geólogos. Entre ellas, las más conocidas son las cuevas del Drac, las cuevas del Hams y la cueva de Coloms. En Centraldevacaciones.com es posible reservar algunas de estas actividades por internet.
Además, y aunque no sean considerados parques nacionales, otros puntos con naturaleza de especial interés son Formentor, cuyo atardecer es fotografiado por los profesionales, y la carretera de Sa Calobra, uno de los puntos más característicos de la isla.
Pueblos y ciudades: cultura e historia
Además de naturaleza y clima, Mallorca se caracteriza por su historia, la cual se puede visualizar en sus calles, ciudades y pueblos medievales. Palma de Mallorca, la capital del archipiélago, posee rincones históricos y culturales con un enorme encanto. Entre ellos, los más conocidos e importantes por su belleza son la catedral, el castillo de Bellver, el palacio de La Almudaina o el paseo del Borne. Sin embargo, como cualquier ciudad de nuestro país, basta con dar un pequeño rodeo para cerciorarse de la gran cantidad de edificios históricos y museos que alberga.
Pero si la ciudad es una fuente inmensa de belleza y cultura, sus pueblos no lo son menos. Entre ellos cabe destacar Valldemossa, Fornalutx, Andratx, Pollença o Sóller. En estos se encuentran algunas de las calles empedradas, playas prácticamente vírgenes e iglesias de estilo románico más especiales de la costa mediterránea.
Asimismo, los productos locales y la gastronomía de estos rincones es de especial interés patrimonial. En el Puerto Sóller, ubicado en Sóller, se puede degustar un pescado fresco típico de la zona. Nosotros te recomendamos que, si quieres disfrutar de productos de la tierra a un precio medio, visites los mercados locales de estos pueblos. Estos suelen tener lugar los fines de semana (sábados por la mañana) y en ellos se venden quesos, pescados y frutas y verduras de la zona.