Muchos hogares cuentan en el baño principal con una bañera. Y a pesar de que puede proporcionar momentos de relajación mediante un largo baño, lo cierto es que en el día a día y en determinados casos personales, no es una opción práctica.
Por otro lado, contar con un plato de ducha puede resolver muchos inconvenientes de las tradicionales bañeras, por no decir que se trata de una elección mucho más práctica y con una serie de ventajas que analizamos a continuación.
Hoy analizamos las ventajas de cambiar la antigua bañera por un plato moderno de ducha.
Se trata de un cambio sencillo y rápido
Cambiar la bañera por un plato de ducha es un proceso fácil cuando se hace con una empresa profesional como Bañera por ducha.
Dado que se trata de una reforma muy extendida, en la actualidad los procesos se han vuelto mucho más eficientes y rápidos. Por ello, hoy es posible realizar el cambio de una bañera por un plato de ducha moderno de forma sencilla, rápida y sin suponer un gran coste.
Ocupa menos espacio
Sin su marco, una bañera supera los 1,80 m de largo y 90 cm de ancho. Estas dimensiones son importantes en comparación con las de un plato de ducha. En muchos casos, una bañera puede ocupar hasta la mitad del espacio disponible.
Una ducha ocupa mucho menos espacio ayudando a suavizar el flujo y, por tanto, a optimizar los volúmenes. Asimismo se le puede encontrar un lugar más fácilmente incluso en los espacios más complicados.
Consumo reducido de agua
Una bañera gasta en promedio unos 150 litros de agua contra los 20 a 60 de un plato de ducha. Reemplazar la primera con el segundo repercutirá positivamente en tu factura del agua al consumir mucha menos cantidad.
Estas repercusiones inmediatas permiten que la sustitución de una bañera por un plato de ducha sea una decisión ciertamente rentable. Tal operación es también un verdadero esfuerzo ecológico, ya que el agua es valiosa e imprescindible y es hora de controlar nuestro consumo.
Ahorro de calefacción
Menos agua consumida también significa menos agua para calentar y, por lo tanto, ahorros potenciales en calefacción. Bañarse con un plato de ducha en lugar de una bañera, también reduce el tiempo que se pasa en la habitación, por lo que se reduce el tiempo de calentamiento de la habitación.
Menos tiempo
Bañarse en bañera toma mucho más tiempo que bañarse con un plato de ducha. Un baño puede llevar mucho tiempo en comparación con los 5 o 10 minutos que suele durar una ducha completa.
Por la mañana, una familia numerosa puede reducir fácilmente la rotación del baño en media hora. Se trata de un ahorro en tiempo muy significativo.
Más diseño y más comodidad
Más compacta, una ducha puede caber fácilmente en un rincón de la estancia y adaptarse a la perfección con el resto del mobiliario del baño. Pero también puede ser de diseño que aporte belleza, funcionalidad y comodidad.
El diseño de una ducha es más fácil de hacer que el de una bañera y también permite una mayor coherencia decorativa de la habitación.
Conclusión
Ha quedado claro que un cuarto de baño puede ser más eficiente y tener un mejor diseño optando por un plato de ducha en vez de una clásica bañera.
Por la comodidad y el ahorro que ofrece, se puede decir que se trata de un cambio adecuado e inteligente en la gran mayoría de casos.