Internet y las nuevas tecnologías han revolucionado nuestras vidas. Sin ir más lejos, la red se ha convertido en la mejor plataforma para la creación y el afianzamiento de nuevos negocios. Y la industria del porno se ha visto muy favorecida en ello en España con el auge y la popularidad de los video chat porno.
Los video chat pornográficos están considerados una actividad o un trabajo como cualquier otro. En ellos trabajan modelos webcam, hombres y mujeres que prestan sus servicios sexuales a cambio de dinero. Estas modelos trabajan por medio de páginas webs y mediante encuentros que se quedan ahí. En el chat porno español está prohibido dar números telefónicos, direcciones y otros datos personales entre las dos partes.
Cómo funciona un video chat porno
Cualquier persona puede trabajar en un video chat porno, ya que el principal cometido es complacer al cliente con alguna petición sexual. El único requisito imprescindible es ser mayor de edad.
El funcionamiento de la webcam en directo es muy sencillo. El cliente accede a una página web de video chat pornográficos y elige a un chico/a. Ambos entran a una zona privada donde realizan todo tipo de actos sexuales por medio de una videocámara. Estos actos son pactados para que la webcamer tenga plena libertad de aceptar o no las peticiones de los clientes.
En estas páginas, por lo general, para hacer peticiones, solicitar shows privados o enviar propinas a modelos, es necesario adquirir una moneda virtual que se paga en dinero real. Las páginas clasifican a sus clientes en función del número de monedas virtuales o créditos que compren. Es por eso que el webcamer sabe en todo momento quiénes son los que han pagado antes de comenzar la sesión.
Estas webcamers suelen trabajar solas desde casa. No obstante, hay páginas webs que ofrecen diferentes servicios como emitir en directo dos chicas en vivo, chatear con el chico/a de la webcam, grupos, tríos, etc.
El entretenimiento para adultos
El video chat porno no es en ningún caso una actividad delictiva. No en vano, no viola ningún derecho primordial, no atenta contra menores de edad ya que estos no pueden acceder a los contenidos, ni pone en peligro la integridad de las personas. Es un trabajo como otro cualquiera que cada vez concita una mayor audiencia.
El entretenimiento para adultos nunca ha estado tan accesible como hasta ahora. Solo hay que echar un pequeño vistazo a la red para comprobar la gran cantidad de herramientas y páginas webs que se dedican a la industria del porno. Y en la era de la imagen en la que nos movemos, el video chat porno tiene un papel protagonista y cada vez más asentado.
En los últimos cinco años, el crecimiento en este sector ha sido de casi el 400%. En nuestro país hay más de 40.000 modelos chicas y chicos que trabajan como webcamers realizando video chat pornográficos. Todo un fenómeno global que ha originado incluso eventos como el Adult Webcam Awards, que se celebra anualmente en Las Vegas.
Con el paso de los años, la variedad de páginas de video chat porno es cada vez más alta. En estas páginas, los clientes pueden chatear con las modelos en una sala pública. Pero también pueden verla en directo desnudarse o hacer algún show sexual si pagan por ello. Una experiencia única en streaming y en la que podemos disfrutar de múltiples servicios.
En definitiva, se puede decir que no se trata de un chat cualquiera, sino un video chat porno. Un lugar en donde ver chicas y chicos jugar delante de la cámara en directo y en tiempo real.
Es cierto que hay muchas formas de entretener a los adultos, he probado las webcams o videchat en directo de diferentes sitios y son un puro vicio aunque las líneas calientes también tiene su morbo.